El gobierno colombiano ha dado luz verde a la construcción de una estación militar en la Isla Gorgona, un proyecto financiado por Estados Unidos bajo el pretexto de la guerra contra las drogas, cuya efectividad ha sido cuestionada repetidamente. Este proyecto, además de no contar con la consulta previa requerida por ley para proteger los derechos de las comunidades locales, amenaza con alterar gravemente el equilibrio socio-ambiental de la isla. Gorgona es un Parque Nacional Natural y un santuario de biodiversidad que alberga ecosistemas únicos, esenciales para la vida marina, y es un refugio para especies en peligro de extinción como las ballenas jorobadas, que migran cada año para reproducirse en sus aguas.

Es imprescindible oponerse a este proyecto que pone en peligro uno de los tesoros naturales más valiosos de Colombia y del planeta. La Isla Gorgona debe seguir siendo un símbolo de biodiversidad y resistencia ecológica, no un campo de experimentación militar que repite viejas dinámicas colonizadoras y depredadoras. La protección de este espacio no solo es un deber moral, sino una necesidad urgente en la lucha global por la preservación de la vida en la Tierra.